lunes, 11 de marzo de 2013

“…Para que no se haga vana la cruz de Cristo.”



Esta última linea la encontramos en la primera carta a los Corintios en el capitulo uno verso diecisiete. El apóstol le escribe a la iglesia de Corinto, tal y como nos lo estuviera diciendo a nosotros directamente, por lo cual debemos de considerar como se dirige a la iglesia, que aunque estaba sumergida en profundas divisiones, les reconoce que son la iglesia del Señor, llamandoles santificados y santos, quienes han sido enriquecidos  en El en toda palabra y ciencia, llevandoles a  confirmar el testimonio de Cristo en sus vidas, dando por sentado que todos los dones habían sido entregados a la iglesia para, primeramente la edificación del cuerpo de Cristo, así como para el esparcimiento del evangelio de Jesucristo.

Desde el verso diecisiete, hasta el verso treinta y uno, hay una palabra en particular a la cual el apóstol Pablo le da un énfasis especial, haciendo un recapitulación de lo que conlleva al considerar las observaciones para tal palabra.

Así como el apóstol Pablo, parte con una dura crítica hacia la sabiduría de la que podrían estarse jactando los seguidores de Jesús, les hace ver que tal sabiduría pudiera no ser de lo alto, sino una sabiduría diabólica, (blasfema), inmunda, del dios de este siglo, quien ciertamente ya tiene su parte en la condenación eterna.
Era de entender que algunos de los hermanos que estaban en la iglesia en Corinto, estaban haciendo alarde de poseer una sabiduría, que lo más seguro no era lo que debía de ser en la iglesia, pues el apóstol Pablo ataca con rudeza y sin signos de piedad tal alarde de sabiduría que hacían los hermanos.

Las palabras que estaban usando algunos hermanos eran para dar tal alarde de sabiduría, Pablo la condena y pregunta, donde esta el sabio? Donde esta el escriba?  Donde esta el disputador de este siglo? Lanza asi mismo una durísima pregunta, no ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo?
Así como muchos habían divido la iglesia del Señor volviendose seguidores de hombres, el motivo era por las palabras que ellos mismos estaban utilizando….pudieramos imaginarnos tales palabras.

Pablo les hace ver que la sabiduría que ellos pudieran estarse afamando a si mismos, será destruida y el entendimiento de los entendidos será desechado.
Pablo nos recuerda, que nos tomo de lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios, de lo vil y menos preciado nos escogio, de lo debil para avergonzar a los fuertes.

Estamos utilizando nuestra sabiduría humana para causar divisiones como lo hicieran los hermanos en la iglesia de Corinto?  Podríamos estar diciendo, Pedro tiene razón en lo que dice, por eso lo sigo, otros seguramente estarán diciendo, yo creo que Juan tiene la razón por eso lo sigo… Cuales realmente son las palabras que estamos usando en la congregación?

“Pues no me envio Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio…”  manifesto el apóstol Pablo…

Nos envio Cristo a predicar su evangelio o a dividir la iglesia utilizando el nombre de Dios vanamente?

No hagamos la palabra de salvación vana para los que se pierden al ser causante de divisiones, pues por esas almas, Dios demandará de nuestras manos esa sangre.

Bendiciones.