Educación Teológica
En nuestros tiempos actuales que estamos viviendo, es muy
importante tener una educación teológica y no solo secular o intelectual, dado
que hay muchos enseñadores de la Biblia que han surgido en nuestros días y cuya
enseñanza se debe de analizar y canalizar a través de las Sagradas Escrituras,
ya que es una teología basada en la prosperidad material.
Muchos de los enseñadores de la Biblia que encontramos en
nuestros días, son falsos maestros quienes
sin escrúpulo alguno, engañan a cuanto incauto encuentran necesitado de las
cosas materiales de esta vida, que sin duda alguna, los seres humanos
adolecemos de muchas de ellas de una u otra manera.
Cuando vemos a nuestro alrededor y miramos la miseria
material que viven muchísimas personas, es de imaginar el fértil campo que
encuentran estos hombres, quienes fingen predicar la palabra de Dios, ofreciendo
prosperidad material, casas, comodidades, autos, dinero a manos llenas, lujo y
todo aquello que abruma la mente estéril de espiritualidad del ser humano,
ávido solo de las cosas que perecen y que no son eternas.
Aún y cuando podamos creer, que el campo más fértil, es el
campo de las personas que no tienen ninguna preparación teológica, es lo más lejos de la realidad, ya que las
primeras personas en ser arrastradas por esta corriente teológica de
prosperidad son algunas que llevan poco o algún tiempo asistiendo a una iglesia
evangélica, cuya enseñanza no ha sido estipulada en su totalidad en los
principios bíblicos de teología, hermenéutica, soteriología y todas aquellas
doctrinas básicas para el crecimiento espiritual de la iglesia, es decir de las
personas que allí se pudieran congregar.
Estos falsos maestros y engañadores, conocedores de uno de
los más profundos pecados capitales en las personas como es el de la avaricia,
tocan como por arte de magia, este deseo innato en el ser humano de tener
posesiones materiales a manos llenas y es mediante engaños, basando su mensaje de
ofrecimiento de que Dios traerá a sus vidas todas aquellas cosas que necesita
todo hombre y mujer., olvidando el principio bíblico que dice: Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán
añadidas.
Es por eso que, empezando por los que se congregan en una
iglesia evangélica, puedan diferenciar las enseñanzas de lo que se considera
una sana doctrina o un engaño y falsedad para poder resistir al deseo de
prosperidad, el cual en si no es malo, sino que es enseñado mediante usos
fraudulentos para estafar a incautos e ingenuos, apelando a lo que Dios dice en
su Sagrada Palabra.
La preparación de algunos, permitirá que otros sean
adiestrados para resistir tales sutilezas, las palabras fatuas y lisonjeras que
con facilidad hacen a algunos desear que del cielo les caiga una casa, un
carro, un trabajo y el dinero recogerlo a manos llenas como si fueran hojas de árboles.
Seamos como el apóstol
Pablo quien dijo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo
y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad.” Filipenses 4:12
Armando Ríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario