viernes, 30 de marzo de 2012

El mensaje d eDios es claro y sencillo.

La Saludable Enseñanza (mejor traducción que 'Sana Doctrina') es la contenida en la Palabra de Dios. El apóstol Pablo le exhorta a Tito: "Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina". (Tito 2.1). La sana doctrina es de Dios, consignada en Su Palabra; las interpretaciones de la doctrina muchas veces son eso: interpretaciones humanas. Sin embargo, si Dios ha dado Su Palabra a Su pueblo, seguramente la ha dado en un idioma que el hombre pueda entender y en traducciones a otros idiomas que sean fiel espejo del original. Ahora bien, Su Mensaje -si Su Propósito ha sido que el hombre lo entienda, y de esto no quedan dudas- será de un modo tal que el ser humano pueda captarlo y comprenderlo. Si Dios no hace acepción de personas (Hechos 10.34 y Gálatas 2.6) todo ser humano que sepa leer y que pueda escuchar, podrá entenderlo.

Si esto es así, no puede el Mensaje de Dios, Su Doctrina consignada en Su Palabra, ser del dominio exclusivo y monopólico de unos pocos ilustrados. Si esto se pretendiera, ya mismo estaríamos desconfiando de la enseñanza de tales hombres intelectuales. Cuando una madre le dice a su hijo: ¡No cruces la calle! es un mensaje claro, y no le quedan dudas a su hijo. Cuando Dios dice que quiere que todas las personas sean salvas, que Dios ama a todo el mundo, que todos aquellos que están trabajados y cargados pueden venir a Cristo pues Él los invita, si Su Mensaje dice que Dios manda a todas las personas que se arrepientan y que todos los que creen en Jesucristo tienen Vida Eterna; todos estos Mensajes dados por el Padre Celestial habrán sido dados CON TAL CLARIDAD, DE TAL MODO QUE NO QUEDEN NINGUNAS DUDAS.

Por lo tanto, todas las filosofías, todas las trabas, todos los palos, todas las piedras que ponen en el camino estos atrevidos ilustrados, sembrando dudas, desanimando a otros, desafiando a sencillos sirvientes de Dios, no pueden ser otra cosa que ELEMENTOS AJENOS a los propósitos claros, definidos y concisos de nuestro Creador.

Dios dice que hay que Arrepentirse y Creer, para ser salvos. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que todas las personas pueden ser salvas. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que cualquiera que cree en el Señor Jesucristo, tiene Vida Eterna. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que la Vida, la Salvación, el Perdón que Él nos otorga, son Eternos. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que la Elección es en base a Su Presciencia. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que primero tenemos que Arrepentirnos y Convertirnos, para que seamos perdonados. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que una persona salva lo mostrará por sus Frutos de buenas obras y santidad. ¡Lo aceptamos!
Dios dice que, sin Santidad práctica, nadie verá al Señor, nadie irá al Cielo. ¡Lo aceptamos!
Dios dice...

¿Podemos pensar que haya un sutil y engañoso doble sentido en Sus Palabras y Declaraciones?

Señores filósofos: aprendí el Evangelio desde pequeño, en las rodillas de mi padre; cuando mi papá decía que Dios ama a todos los seres humanos y que dio a Su Hijo por todos, absolutamente por todos los pecadores, pagando la totalidad de la deuda de la humanidad entera en la Cruz del Calvario, ¡yo lo acepté con todo mi corazón!

JAMÁS pensé en las tonteras que Ustedes, filósofos ilustrados e intelectuales, hoy se plantean. ¡Sabía que Jesús murió por mí y por TODOS los pecadores! Sabía que, si me arrepentía de mis pecados y creía en Jesucristo como mi único y suficiente Salvador personal, al instante sería salvo. Y que cualquiera o si aun TODA LA HUMANIDAD se arrepintiese de sus pecados y creyese en el Señor Jesús, sería salva. Con tristeza me enteré después, que había gente que no quería el Perdón de Dios ni Su Salvación. De allí en más me entregué a la tarea de rogarles a las personas, como si Dios rogase por mi intermedio - como Su embajador- a que SE RECONCILIEN CON DIOS.

Sigan Ustedes, señores filósofos intelectuales e ilustrados inculcando dudas, desconcierto, confusión en los corazones; por mi parte, continuaré predicando el sencillo y claro Mensaje del Evangelio: ¡HAY SALVACIÓN PARA TODOS LOS SERES HUMANOS QUE HABITAN SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA!

Así que, de aquí en adelante, NADIE ME CAUSE MOLESTIAS...

Tomado del muro de FB del pastor Marcos Andrés Nehoda.

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