martes, 15 de mayo de 2012

Educación Teológica


Educación Teológica

En nuestros tiempos actuales que estamos viviendo, es muy importante tener una educación teológica y no solo secular o intelectual, dado que hay muchos enseñadores de la Biblia que han surgido en nuestros días y cuya enseñanza se debe de analizar y canalizar a través de las Sagradas Escrituras, ya que es una teología basada en la prosperidad material.

Muchos de los enseñadores de la Biblia que encontramos en nuestros días, son falsos maestros  quienes sin escrúpulo alguno, engañan a cuanto incauto encuentran necesitado de las cosas materiales de esta vida, que sin duda alguna, los seres humanos adolecemos de muchas de ellas de una u otra manera.
Cuando vemos a nuestro alrededor y miramos la miseria material que viven muchísimas personas, es de imaginar el fértil campo que encuentran estos hombres, quienes fingen predicar la palabra de Dios, ofreciendo prosperidad material, casas, comodidades, autos, dinero a manos llenas, lujo y todo aquello que abruma la mente estéril de espiritualidad del ser humano, ávido solo de las cosas que perecen y que no son eternas.

Aún y cuando podamos creer, que el campo más fértil, es el campo de las personas que no tienen ninguna preparación teológica,  es lo más lejos de la realidad, ya que las primeras personas en ser arrastradas por esta corriente teológica de prosperidad son algunas que llevan poco o algún tiempo asistiendo a una iglesia evangélica, cuya enseñanza no ha sido estipulada en su totalidad en los principios bíblicos de teología, hermenéutica, soteriología y todas aquellas doctrinas básicas para el crecimiento espiritual de la iglesia, es decir de las personas que allí se pudieran congregar.

Estos falsos maestros y engañadores, conocedores de uno de los más profundos pecados capitales en las personas como es el de la avaricia, tocan como por arte de magia, este deseo innato en el ser humano de tener posesiones materiales a manos llenas y es mediante engaños, basando su mensaje de ofrecimiento de que Dios traerá a sus vidas todas aquellas cosas que necesita todo hombre y mujer., olvidando el principio bíblico que dice: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas.
Es por eso que, empezando por los que se congregan en una iglesia evangélica, puedan diferenciar las enseñanzas de lo que se considera una sana doctrina o un engaño y falsedad para poder resistir al deseo de prosperidad, el cual en si no es malo, sino que es enseñado mediante usos fraudulentos para estafar a incautos e ingenuos, apelando a lo que Dios dice en su Sagrada Palabra.

La preparación de algunos, permitirá que otros sean adiestrados para resistir tales sutilezas, las palabras fatuas y lisonjeras que con facilidad hacen a algunos desear que del cielo les caiga una casa, un carro, un trabajo y el dinero recogerlo a manos llenas como si fueran hojas de árboles.

Seamos como el apóstol  Pablo quien dijo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” Filipenses 4:12
Armando Ríos.

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