Para mi hermana: Karen Jimenez
Espero que algún día lo leas : Tirza Alejandra Mejia Jimenez.
Hace muchos años, 14 casi 15, nació una de mis sobrinas favoritas en el mes del amor y de la amistad, Febrero, aunque vive lejos de nosotros, ella tiene un lugar especial en mi corazón, sabe Dios que la amamos mucho.
Cuando ella nacio, tuvo un problema en el corazón, estuvo varios días internada en una clínica privada debido a los problemas que tenía y cuando se logró llevar a casa, otros médicos la examinaron y concluyeron que era necesaria una operación para poder ponerle estable su corazoncito, de lo contrario, pues moriría.....
Cuando los médicos dijeron en donde era posible la operación, comenzamos como familia a buscar los medios para poder ayudar a mi hermana y su hijita, también su suegra se movilizo, por mi parte, empecé a buscar un lugar en donde mi hermana se quedase a estar mientras su niña era atendida por los médicos.
Era necesario el traslado de mi hermana y su hija a Costa Rica o Mexico para que puedieran atender su niña, recuerdo que comencé a tocar puertas a través del correo eléctronico a compañeros de trabajo en Costa Rica y Mexico para ver a cual de los dos países se le haría más fácil a mi hermana trasladarse.
De ambos lugares recibí respuestas, pero debido a algunas dificultades, no fue posible que mi hermanita viajara con su niña a Costa Rica, fue así que contacte a una compañera que en ese entonces trabajaba para la empresa que trabajo, Crowley Maritime Corp. ella se llama Ana Maria Bernal, como olvidar el nombre de la mujer que tendió su mano amiga a mi hermana y su hija, sin conocerla, sin saber su nacionalida, raza o religión, esta mujer abrió su corazón a mi familia.
Después de varias semanas de cruzar correspondencia eléctronica y hacer todos los arreglos posibles, se dió inició al viaje de mi hermana y su niña.
Cuando mi hermana llegó al DF, Mexico acompaña de su suegra y su niña de apenas unos meses de nacida, sin conocer a nadie, más que con la esperanza de poderse encontrar con Ana Maria, yo había estado en contacto con Ana, dandole las especificaciones de mi hermana y su niña y la suegra para que ella las pudiera identificar, a cada momento contactaba a la familia de Ana Maria para saber si había logrado encontrarse con mi hermana en el aeropuerto....fueron horas de zozobra y angustia...desde tempranas horas de ese día hasta como las siete de la noche que me pudieron confirmar que mi hermana y Ana Maria se había logrado poner en contacto de persona a persona....esa noche pude dormir con una inmensa paz en mi corazón, porque pronto se venía un tiempo de esperanza para mi hermana y su niña, esperanza de operación, de una mejor calidad de condición física y tener una vida normal.
Mi hermana estuvo hospedada en un convento de monjas católicas en el DF, Mexico, una de las tías de mi amiga Ana Maria, tenia nexos con el convento y allí estuvo mi hermana varias semanas hospedada, experimentando y compartiendo la vida de las monjitas, y como ella fue tratada de una forma tan especial.
Mi sobrina fue atendida con éxito y hoy es una dulce y candida jovencita que pronto cumplirá sus quince primaveras, a quien deseo que cumpla muchos años más y que Dios te bendiga y colme de bendiciones siempre.
Hace ya varios años que he perdido contacto con mi amiga Ana Maria Bernal, y a quien he buscado en las distintas redes sociales sin poderla encontrar, para compartir con ella que pronto mi sobrina, aquella bebita a la cual ella tendió su mano hace 14 años atría, esta proxima a cumplir sus quince primaveras...
Siempre te agradeceremos tu noble gesto amiga, en donde quiera que estés.
Dios te bendiga y guarde siempre.
PD. Por este noble gesto de una mexicana, por eso vivo agradecido con los mexicanos desde entonces.
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