viernes, 17 de junio de 2011

Libros Apócrifos del A. Testamento Parte I

Deseamos que este material sea de mucha bendición para todos los nuevos creyentes en Cristo Jesús y para todos aquellos hermanos que de una u otra forma se preparan para la Gran Comisión.

El término “apócrifos” significa “escondidos” y con él se designaron los libros no destinados al uso general, porque se consideraba que contenían verdades profundas para la mayoría, o porque se pensaba que contenían errores o herejías. El empleo evangélico (protestante) de este término, sin embargo, solo denota que estos libros no son canónicos, significado que se remonta a Jerónimo.http://es.wikipedia.org/wiki/Jer%C3%B3nimo_de_Estrid%C3%B3n

El Origen de los Apócrifos
De acuerdo con la tradición atestiguada por Jerónimo, existen 14 o 15 libros apócrifos. Todos se originaron en el período intertestamentario, que va del siglo II a.C. al siglo I d.C.  Todos se escribieron originalmente en hebrero o en arameo, excepto Sabiduría, Oración de Manasés y 2 de Macabeos, y gozaron de gran popularidad entre la numerosa colonia judía de Alejandría. Casi todos se incluyeron en la traducción griega del Antiguo Testamento llamada –> Septuaginta (LXX), que se hizo en esa ciudad. Ello implica que estos judíos, en cierta forma, los consideraron revestidos de las misma autoridad que los demás libros del Antiguo Testamento.

Canonicidad
Sin embargo, los rabinos que se reunieron en el llamado Concilio de Jamnia en año 90 d.C. asumieron la tarea de fijar el –>CANON de los libros sagrados hebreos. Los criterios empleados por los rabinos fueron los siguientes: (1) Composición del libro en hebreo o arameo, (2) antigüedad, (por creerse que la profecía cesó con Esdras), (3) ortodoxia y (4)calidad literaria. De acuerdo con estos criterios y otros factores, respecto a los cuales solo podemos conjeturar, los libros apócrifos quedaron excluidos del canon hebreo.
Sin embargo, la decisión de Jamnia no afectó a los cristianos primeros del siglo de nuestra era, era puesto que su Biblia era el Antiguo Testamento griego (LXX). Es cierto que ningún libro apócrifo se cita directamente en el Nuevo Testamento; no obstante, los apócrifos  parecen  haber influido directa o indirectamente en algunos escritos neotestamentarios. cf. Mateo 11:28-30 con Eclesiástico 24:25-31, Mateo 9:7 con Eclesiástico 9:15,  Lucas 12:6-20 con Eclesiástico 11:14-20,  Romanos 1:19-20 con Sabiduría 13:1-9, Romanos 9:21 con Sabiduría 15:7, Hebreos 1:3 con Sabiduría 7:26, Hebreos 11:35 con 2a Macabeos 6:18 y 9:28.

Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte de la Biblia cristiana.  Cirilo de Jerusalem (m. 381) y Jerónimo (m. 420) fueron los más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia.  Los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.

Continuaremos con la parte II con la  Evaluación Protestante, Descripción y un breve detalle de cada libro apócrifo.

Dios les bendiga.

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