viernes, 29 de abril de 2011

Proclamando a Cristo Resucitado.

Proclamando a Cristo crucificado.
El Apóstol Pablo culmina con una frase el capitulo 1 de 1a de Corintios, que sin lugar a duda debe de hacer un profundo eco en el corazón de los hermanos y hermanas de la iglesia de Corinto ¨. . .el que se gloría, gloríese en el Señor.¨

Muchos hermanos, habían echado mano de su sabiduría y elocuencia poderosa para hablar a la congregación y cada uno se jactaba de como ¨predicaba¨ sin considerar para nada que Dios les había sacado de un mundo de tinieblas, de la sabiduría diabólica y de las persuasiones de Satanás.

Al dar inicio al capitulo 2 de 1a de Corintios, Pablo les recuerda a los hermanos como fue su primera visita a la iglesia, sin palabras elocuentes y sabiduría humana, más que hacerlo de la forma mas practica y sencilla.

Pablo, era un hombre con un tremendo intelecto había sido preparado y educado por el famoso Gamaliel (Hechos 22:3) , ciertamente había sido preparado por los fariseos para continuar con sus tradiciones y prácticas, pero Dios le tenía preparado algo mucho mejor a Saulo de Tarso.

Ya siendo Apóstol, evoca su recuerdo de como les hablo de Jesús sin la elocuencia que ellos estaban usando para persuadir no acerca del evangelio a las personas y a la iglesia misma, sino para su orgullo y ego.

La sabiduría de Dios no necesita elocuencia de palabras ni adornos ni ornamentos ni filosofías profundas.

De tal forma que el lenguaje que el Apóstol Pablo esta usando es el más sencillo para pedirles a los hermanos que dejen de lado toda sabiduría humana, y que se vuelva hacia Dios para predicar en el Espíritu y con poder.

Deja entrever que según las predicas de los hermanos de la iglesia de Corinto eran con palabras persuasivas, adornadas y de sabiduría humana, no aprobada por Dios.

Esto había estado llevando a la iglesia a un peligroso estado que la fe estaba fundada en la sabiduría de los hombres y no de Dios, por lo que las recomendaciones son determinantes para sanear el corazón de la iglesia en general.

¿Como estamos proclamando a Cristo crucificado?
¿Con palabras persuasivas y llenas de sabiduría humana?
Dios no aprueba esto.
¿Como estamos guiando a la iglesia en el conocimiento de la Palabra de Dios?
¿Con elocuencia de palabras, adornadas y con profundas filosofías humanas?
Dios no lo aprueba.

Dios aprueba que la iglesia sea enseñada bajo el poder del Espíritu Santo, para que la iglesia no este fundada en la sabiduría humana, sino en la que desciende de lo alto.

Dios te bendiga
Armando Ríos
En servidumbre para Cristo.

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